Una parada inesperada en Bruselas

El paisaje estaba en contínuo movimiento. Nunca le pareció tan romántico el paisaje del interior de Holanda. Le habían dicho que era precioso, pero nunca lo creyó hasta que por fin lo descubrió en su viaje hasta las islas griegas.

Algunas horas pasaban muy rápido, otras demsiado lento, todo dependía si estaba soñando despierto o sin nada que hacer. Llegó el tren a la estación de Bruselas. Una singular parada en su itinerario.

Cogió su escaso equipaje y se dio una vuelta por la ciudad, antes de retomar de nuevo el viaje por la noche. Se respiraba un aire húmedo en el ambiente. Estaba nublado, como había imaginado. Todos los colores de la ciudad eran apagados y tristes. Le recordaban a Edimburgo, todo tan nostálgico en otoño e invierno...

Algo le llamó la atención. Había ese día un pequeño mercadillo, donde se vendían excelentes ramos de flores de variados colores. Y en uno de los stands, había una chica joven vendiendo los productos. Una pelirroja de ojos verdes. Se acercó a ella.

- Hola- saludó en inglés.

- Hola- contestó la muchacha en inglés. Él echa una ojeada rápida a las flores y presto le dirige una sonrisa a la dependienta.

- ¿Le gusta alguna flor, señor?

- Sí, Tú- sonrió.

muy buena,por un momento crei que estaba leyendo un libro XDDD me convencio bastante enserio 5/5 y a fav... que digo? XD